jueves, 17 de septiembre de 2009

Seis Meses

El dolor que trae mi alma y corazón,
ha sido alimentado por la tristeza y desilusión,
profunda amargura que se compara sólo la negrura de tu corazón,
que me hace estallar en lágrimas cuando escucho la canción,
esa que algún día en vano te dediqué,
cuando te amo dije y sin más, mil veces afirmé.
¿Por qué es tan duro vivir, tan infame el amar, tan cómplice el querer?

Cuanta falta me haces, cuánto daño provoca,
la soledad que tu ausencia desemboca,
sin ti a mi lado, despierto no más que sino en los brazos de la soledad,
en la brisa de una ventana mal cerrada,
que ha reemplazado tus suspiros,
por una cama abandonada,
sin ti no hay vida, sin ti no hay razón,
sin ti en mi cama, ha muerto el corazón,
sin ti la infamia existe, sin ti, mi alma heriste.

Hoy te voy a confesar, que el ganador se lo lleva todo,
que no quiero hablar, porque sin ti me hundo en el lodo,
sin tu presencia he regresado a mi triste modo.
Ahora cuando den las seis y media de la tarde,
sabré que no sonará el teléfono,
y que mucho menos una persona esperada mi alcoba visitará,
extrañaré tu forma de hablar que a pesar del tiempo, mi cabeza invadirá.

Medio año viviendo en la incertidumbre
de creer en tus palabras,
de jurar que esto era amor y no una costumbre,
medio año luchando contra el mundo,
porqué en medio segundo
te vi con bondad,
medio año en el que me hundo
y del que aún no sucumbo.

Como olvidarte, como no perdonarte, si no fue tu culpa;
como vivo sin ti, como te amo sin ti.
¡Carajo! Pero como no amarte, si mi corazón te lo di,
como ahora poder besarte, como ahora poder rosarte,
si tus labios ya no me piden besarte.

"No te entiendo" reclamaste, a lo que respondí nunca lo hiciste,
fiel reflejo de que nunca me quisiste y que amor por mi fingiste,
lo poco construido aboliste y del futuro a mi lado huiste.
Entiendo, no te hago reproche alguno, a vivir en soledad y tristeza me sumo,
pues sin tu corazón a mi lado me dueles, pues lo amé como a ninguno.